*
Cortijo de la Fresnedilla; principio y fin de esta ruta del Nacimiento del Tercero.
Camino que ya estaba llegando a su fin, cruzando por última vez el riachuelo
Y este otro, tan natural y abundante en el día de la fecha. Campos que han cambiado su aspecto gracias a las últimas lluvias caídas sobre esta región de nuestra Andalucía tan necesitada
*
Acompañados por este colorido y alfombra, nota tan característica y sobresaliente de esta primavera sobre la que nos movemos y pisábamos
*
*
Como referencia además de estos grandes y modernos "molinos de viento", los llamados eólicos, allá, en lo alto. Energía alternativa que está últimamente en pleno auge y en su expansión menos contaminante.
*
Y al que nos dirigimos como continuación del GR-7, señalizado con hitos de madera y pintura (blanca y roja) sobre roca y troncos de algunos árboles
*
Y desde donde podemos ver ya, tirando de objetivo, nuestro destino final y principio de la misma: El Cortijo de la Fresnedilla
*
Acercándonos hasta la máxima altura de la ruta sobre este nuevo collado situado sobre los 1.500 m.a., punto y final de la cañada
*
*
Collado que intercepta con el carril de nuevo y sobre el que giraremos nuestros pasos hacia la derecha con esta otra encina como referencia
*
Y después auparnos hasta el collado, siguiendo las indicaciones del hito de referencia, cañada arriba que deberemos de seguir hasta coronarla en un primer asalto
*
*
...abandonamos el carril que asciende en fuerte desnivel hacia la izquierda, tomando el sendero que tenemos de frente, y que no es otro que el mismísimo GR-7
*
*
*
Para al poco toparnos con el primero de los cortijos que nos referenciaron. Aquí, fuente sobre la que hacemos un alto en el camino
*
Así que, carril y manta por indicación y cortesía de los pastores que consultamos para asegurarnos sobre la alternativa de nuestros pasos
*
Ruta que, para no volver por el mismo camino que nos trajo, decidimos alargarla tomando el carril que teníamos enfrente, observando en su margen derecha gran cantidad de ganado lanar pastando "a sus anchas" más puras
*
Aguas que bajaban sin prisa pero sin pausa y con algunas gotas de lluvia que nos acompañaron pero sin mucha amenaza
*
*
Debiendo de retroceder un poco para cruzar el río y dirigirnos, por la margen izquierda ahora, hacia la antigua fábrica o "fabriquilla" de la luz
*
Y que siguiendo el curso de la antigua acequia, llegamos hasta este pequeño estanque circular con unas impresionantes vistas de todo el valle
*
*
*
Con algún que otro paso de escasa dificultad, como este que vemos en la foto sobre la margen derecha del riachuelo
*
Y que nos va encajonando, estrechándose el cauce cada vez más, observando sobre el terreno estos plegamientos tan singulares
*
*
*
*
Cortijo de la Fresnedilla hasta el que nos acercamos en vehículo para iniciar la ruta que hoy nos ocupa
*
Campos que por aquí verdeaban ondulando, como saludándonos a nuestro paso motorizado, entremezclados a veces con el color sangre amapola, como pequeñas burbujas sobre esta tierra tan generosa en forma de inmensa naturaleza
*
NACIMIENTO DEL TERCERO (SIERRA SUR DE JAÉN)
-->
La ruta de hoy nos acerca hasta la Sierra Sur de Jaén, concretamente hasta el paraje conocido como Nacimiento del Tercero, fuente propia y clara, en el doble sentido de la palabra, del río Quiebrajano.
Para ello nos dirigimos desde Granada hasta el municipio jienense de Frailes, que conjuntamente con los de Alcalá la Real, Alcaudete, Castillo de Locubín, Fuensanta de Martos, Martos, Los Villares y Valdepeñas de Jaén conforman esta Sierra que sirvió antaño de frontera; resguardándolos, conservando sus costumbres, su importante y valioso patrimonio natural y cultural.
Parajes que sobreviven allí tan naturales, al abrigo de esta naturaleza en donde podemos encontrar y saborear del paisaje mediterráneo en su máxima pureza, además de innumerables arroyos y barrancos.
Sierra que reverbera del material calizo, componente por excelencia y que da pie y forma, prestándose a su erosión tan característica, para componer esos paisajes tan caprichosos sobre el horizonte que nos rodea y abraza.
Todo un relieve de altura y entrañas por donde el paso del hombre le sirvió como refugio antaño y que hoy es todo un lujo y detalle el poder explorarlo.
Para ello pues, una vez situados en la localidad jienense de Frailes, a la salida del mismo, continuamos con la marcha motorizada tomando el carril asfaltado que conduce a los cortijos de Los Rosales y Cerezo Gordo, dejando atrás y a la derecha el zigzagueante carril de Noalejo, alcanzando primero el portillo Pinatero y desde allí descendemos hasta el cortijo de La Fresnedilla, en donde dejamos el coche aparcado. Tramo del carril este último que no está en muy buenas condiciones por cierto. Así que, mucha precaución con los bajos de los turismos.
Para ello nos dirigimos desde Granada hasta el municipio jienense de Frailes, que conjuntamente con los de Alcalá la Real, Alcaudete, Castillo de Locubín, Fuensanta de Martos, Martos, Los Villares y Valdepeñas de Jaén conforman esta Sierra que sirvió antaño de frontera; resguardándolos, conservando sus costumbres, su importante y valioso patrimonio natural y cultural.
Parajes que sobreviven allí tan naturales, al abrigo de esta naturaleza en donde podemos encontrar y saborear del paisaje mediterráneo en su máxima pureza, además de innumerables arroyos y barrancos.
Sierra que reverbera del material calizo, componente por excelencia y que da pie y forma, prestándose a su erosión tan característica, para componer esos paisajes tan caprichosos sobre el horizonte que nos rodea y abraza.
Todo un relieve de altura y entrañas por donde el paso del hombre le sirvió como refugio antaño y que hoy es todo un lujo y detalle el poder explorarlo.
Para ello pues, una vez situados en la localidad jienense de Frailes, a la salida del mismo, continuamos con la marcha motorizada tomando el carril asfaltado que conduce a los cortijos de Los Rosales y Cerezo Gordo, dejando atrás y a la derecha el zigzagueante carril de Noalejo, alcanzando primero el portillo Pinatero y desde allí descendemos hasta el cortijo de La Fresnedilla, en donde dejamos el coche aparcado. Tramo del carril este último que no está en muy buenas condiciones por cierto. Así que, mucha precaución con los bajos de los turismos.
Una vez bajados de los vehículos ponemos el contador de los pasos a cero, buscando el sendero señalizado que arranca cerca del camino, justo delante del cortijo, a la derecha y paralela al arroyo, que más adelante se deberá vadear poco antes de la alambrada.
Situados en la otra orilla, deberemos de atravesar la explanada en busca de una senderillo de cabras que penetra en la bellísima garganta del arroyo de la Fresnedilla que, junto con el de Carboneros, alimenta al río Quiebrajano. Barranco sobre el que caminamos con paso firme y seguro y que se va estrechando cada vez más, obligándonos a cambiar varias veces de margen. Topándonos en multitud de ocasiones con puertas de alambradas que impiden el paso al ganado y que deberemos de dejar cerradas.
Al poco llegamos hasta la confluencia con otro arroyo abriéndose el barranco ante nuestra mirada y la de nuestros pasos. Situados en este punto hay que pasar a la margen derecha para conectar con un carril de tierra.
El camino transcurre ahora junto al serpenteante y refrescante lecho del río, debiendo de cambiar de margen en varias ocasiones. Y que según el caudal que lleve deberemos de descalzarnos, cubrirnos los pies con un plástico o saltar a discreción procurando pisar sobre las piedras menos resbaladizas.
Situados en la otra orilla, deberemos de atravesar la explanada en busca de una senderillo de cabras que penetra en la bellísima garganta del arroyo de la Fresnedilla que, junto con el de Carboneros, alimenta al río Quiebrajano. Barranco sobre el que caminamos con paso firme y seguro y que se va estrechando cada vez más, obligándonos a cambiar varias veces de margen. Topándonos en multitud de ocasiones con puertas de alambradas que impiden el paso al ganado y que deberemos de dejar cerradas.
Al poco llegamos hasta la confluencia con otro arroyo abriéndose el barranco ante nuestra mirada y la de nuestros pasos. Situados en este punto hay que pasar a la margen derecha para conectar con un carril de tierra.
El camino transcurre ahora junto al serpenteante y refrescante lecho del río, debiendo de cambiar de margen en varias ocasiones. Y que según el caudal que lleve deberemos de descalzarnos, cubrirnos los pies con un plástico o saltar a discreción procurando pisar sobre las piedras menos resbaladizas.
Cuando finalmente el carril desaparece, deberemos de continuar, saltando de una orilla a otra, en busca del paso más fiable hasta toparnos con una represa con su cascada correspondiente. Tomando a continuación la margen derecha, que no es otra que la vereda de la acequia que antiguamente llevaba el agua desde la chorrera hasta la antigua fábrica de luz, en el barranco de Valdearazo, lugar donde termina esta ruta. Debiendo de bajar antes hasta el arroyo y cruzarlo, porque ya no hay sendero cuando la acequia finaliza y entrega sus aguas a un pequeño estanque circular. Paraje este del Nacimiento del Tercero en donde confluyen dos arroyos y en donde el murmullo del agua solo rompe la paz del entorno.
El camino de regreso lo hacemos, para no volver por el mismo por el que vinimos, dirigiéndonos al carril que tenemos enfrente, cruzando primero el riachuelo y con dirección a nuestra derecha; y que, una vez dejados dos cortijos atrás, deberemos de ascender hasta el collado que tenemos de cara. Abandonando el tortuoso carril, para volverlo a encontrar y tomar a continuación el sendero señalizado también a nuestra derecha, y que nos aupa hasta el siguiente collado en donde ya vemos el cortijo de la Fresnedilla allá abajo. Cortijo al que nos dirigimos para llegar hasta los vehículos e iniciar el camino de regreso a Granada. No sin antes hacer la parada correspondiente en la localidad de Frailes y degustar ese plato de choto tan típico en el Mesón Hostal “La Posá”.
Como siempre dejo algunas instantáneas como recuerdo y recuento de nuestros pasos.
*
El camino de regreso lo hacemos, para no volver por el mismo por el que vinimos, dirigiéndonos al carril que tenemos enfrente, cruzando primero el riachuelo y con dirección a nuestra derecha; y que, una vez dejados dos cortijos atrás, deberemos de ascender hasta el collado que tenemos de cara. Abandonando el tortuoso carril, para volverlo a encontrar y tomar a continuación el sendero señalizado también a nuestra derecha, y que nos aupa hasta el siguiente collado en donde ya vemos el cortijo de la Fresnedilla allá abajo. Cortijo al que nos dirigimos para llegar hasta los vehículos e iniciar el camino de regreso a Granada. No sin antes hacer la parada correspondiente en la localidad de Frailes y degustar ese plato de choto tan típico en el Mesón Hostal “La Posá”.
Como siempre dejo algunas instantáneas como recuerdo y recuento de nuestros pasos.
*
- Acceso: Desde Granada, hasta el Cortijo de la Fresnedilla (pasada la localidad jienense de Frailes) en vehículo.
-Itinerario: Cortijo de la Fresnedilla, Nacimiento del Tercero, Cortijo de la Fresnedilla.
- Distancia del recorrido: 16 Km. aprox.
- Participantes: Club de Senderismo El Bastón
-Itinerario: Cortijo de la Fresnedilla, Nacimiento del Tercero, Cortijo de la Fresnedilla.
- Distancia del recorrido: 16 Km. aprox.
- Participantes: Club de Senderismo El Bastón
- Dificultad: Baja
- Duración: 5 1/2 horas aprox. (descansos incluidos)
- Trayecto: circular
- Máximo desnivel alcanzado en la ruta: 500 m. aprox.-
- Agua: Cortijo de la Fresnedilla, arroyos varios y cortijos citados.
- Agua: Cortijo de la Fresnedilla, arroyos varios y cortijos citados.
1 comentario:
Chicos esta me la apunto, no tenía ni idea. Muy buena, de verdad. No parais, ¿os duelen los pies? No hay tregua posible.
Publicar un comentario