16 febrero 2008

EL REMOJÓN DE CÓNCHAR III

Collage de esta ruta, como más prueba y variedad de los pasos. Remojón, en primer plano y centro de la foto incluido, con puchero de hinojos de fondo, como motivo y excusa de que no sólo del andar vive el hombre. Y por encima de todo, y ya en serio, que hacerlo por el Valle de Lecrín, de lo más atractivo y gratificante, os lo aseguro.
Y en el bar de Rosa que terminamos, en la posición de "on". Y como siempre, con sus brazos abiertos para nosotros
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Y aquí tenemos ya de nuevo a Cónchar, ahora tomada desde abajo
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Y que nos alza, con la mirada y última hacia este tramo de la ruta; valle encañonado con los restos de la furia de la naturaleza como muestra de lo débiles que somos los hombres ante ella.
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Montones y montones de ramas, cañas, que han ocultando en su mayor parte el antiguo sendero por donde pasábamos
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Árboles que, la furia del agua no respetó ni por enraizados, ni por su savia, ni por grandes
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Curso del río Dúrcal que ahora tendremos que "pateárnoslo" por este margen. Eso sí, sin tener que cruzarlo más por suerte y sin puentes de madera que valgan. Buscando el sitio adecuado, claro y como vemos, pudiendo servir éste de referencia.
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Y aquí tenemos ya la Acequia de los Arcos, vista y desnuda desde este margen del río. El otro... pues está prohibido para las pisadas, ya que la riada del pasasdo mes de septiembre_2007 lo dejó como vemos. ¡ Fatal, vamos!
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Pero para llegar hasta ella, antes debemos de salvar unos cuantos obstáculos sobre el cauce...
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Pero que pronto nos baja al cauce del río Dúrcal ya que han anulado el sendero que continuaba por la misma y que nos llevaba hacia la Acequia de los Arcos ; que ya, casi vemos al fondo
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Para ahora, sí. Caminar, por poco tiempo, junto a esta acequia en un nivel más superior a la primera y que descartamos
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Valle del río Dúrcal que vamos dejando a nuestras espaldas como vemos, Castillo de Murchas incluido
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Carril que deberemos de buscar, y que parte justo detrás del castillo, que ya dejamos atrás, como vemos al fondo, alzando piernas un poco, para no complicarnos con la alternativa del sendero que discurría antes junto a la acequia, ya que este último se encuentra en muy malas condiciones.
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Naranjales que nos dejan ver, por encima de sus copas, el Castillo de Murchas allá arriba, como vigilante y protector de estas tierras
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Y tras atravesar Melegís, callejeando un poco, ya tenemos, a campo abierto, su corazón naranja haciéndonos compaña
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Tras una pequeña parada en el Bar los Naranjos, pasamos junto a la Iglesia de San Juan Evangelista de Melegís y el olmo centenario que la custodia. Iglesia que fue declarada BIC (Bien de Interés Cultural), con la categoría de Monumento, por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Construida en 1560, sufriendo posteriores reconstrucciones y restauraciones, es uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura religiosa en época de la repoblación de Granada, como correspondía a uno de los pueblos más importantes de El Valle de Lecrín. En su estructura se integran elementos de los estilos mudéjar, renacentista y barroco.
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Y si esta era la silla para el descanso... ¿ Cómo hubiera sido la mesa camilla si la hubieran puesto aquí fuera? Pues de la mismísima piedra sobre la que nos sentamos y todo un proyecto de arquitectura ! Nos encontramos en el Mirador de las Alvirillas. Disfrutando de las magníficas vistas que ofrece este balcón que fue construido en el año 2005 por la escultora Elena de Vicente, y está compuesto por un salpicado de esculturas ingeniosas y coloristas (sofás, sillones, etc.etc...) inspiradas en las historias de los emigrantes que en los años 50 y 60, del siglo pasado, tuvieron que dejar el Valle para trabajar en países como Francia, Alemania o Suiza. Desde este mirador, es posible contemplar la cola del embalse de Béznar, Sierra Nevada, el campo de El Valle y los pueblos de Melegís y Pinos del Valle.
* Mientras disfrutamos de estas vistas de Restábal, justo enfrente de la misma
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...población de Melegís que, en un abrir y cerrar de ojos, ya tenemos detrás de esta curva
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Para subir hacia Restábal, cruzando a continuación por el puente que vemos a la entrada del mismo, y carretera arriba dirigirnos hacia Melegís...
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Curso del mismo que ya sentimos y vemos, caminando junto "a su vera".
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Camino que pasa al rato junto a las ruinas de este cortijo, antes de bajar al curso del río Dúrcal y primeras tierras de labor de Restábal
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Floración que ya empiza por aquí a verse y olerse con sabor a primavera...
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Con esta nueva y luminosa de la cabecera del embalse de Béznar, allá al fondo.
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Almendros como de referencia, tras el nuevo giro a la izquierda. Siluetas retorcidas de los mismos que nos saludan a nuestro paso
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Para tomar de nuevo, al poco, en el siguiente cruce de senderos, el de la derecha que conecta con este nuevo carril de tierra
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Y que nos alza al final hasta en este sendero, suavizándose un poco su trazado
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Camino hormigonado hacia arriba que, al llegar a la Junta de los Barrancos, abandonamos para tomar el carril terrizo de la izquierda; éste que vemos en la foto
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Pueblo este de Cónchar que dejamos a nuestras espaldas, y que junto con el de Cozvíjar forman el municipio de Villamena.
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Cuesta arriba antes que tuvimos que hacernos y vuelta al ruedo a esta pequeña circular sobre el Valle
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Y muy cerca de ésta, el Bar de Rosa, situado en la Placeta Dúrcal, bajo el remojón y excusa y que nos esperaba a la vuelta
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Inicio de la ruta sobre la Plaza de la Iglesia de Cónchar que empezamos. Construcción que se realizó entre 1610 y 1614

EL REMOJÓN DE CÓNCHAR III
Como cita ineludible y ruta obligada sobre este Valle de Lecrín o de la Alegría, una vez más nos acercamos hasta esta pintoresca localidad de Cónchar para realizar la que nosotros denominamos “La del Remojón”. Plato típico de la tierra que nos da pie y excusa, hoy y aquí, bajo nuestro tercer año consecutivo, para lanzarnos hacia este bello pueblo de unos 400 habitantes, situado a una altitud de 680 m.s.n.m. Perteneciente al municipio de Villamena, junto con el de Cozvíjar, y aunque están administrativamente unidos por un sólo Ayuntamiento, ambos siguen manteniendo sus propias raíces y costumbres.
¿ Y en dónde...? En el bar de Rosa, naturalmente. Ubicado en la Placeta de Dúrcal, a la que bautizaron como hermanamiento de estos dos, y habiendo realizado la reserva con anterioridad, ya que el bar es muy pequeño en aforo, allí que nos estaba esperando nuestra amiga Rosa para saludarnos. Tras unos cafés matinales que nos despedimos con ese “hasta ahora” y para la hora del almuerzo que quedamos.
Así que, ya estábamos caminando, listos y aptos para el servicio de la marcha, dándole la vuelta al ruedo al sentido de los pasos. Con la salvedad de que, este año, decidimos hacerla en sentido contrario al anterior. Y ya estábamos avisados de que el cauce del río Dúrcal andaba revuelto tras las fuertes lluvias del mes de septiembre del año pasado. Destrozos en senderos, cañaverales y enormes árboles incluidos, sobre los que después descubriríamos, por nuestros propios ojos y asombro, que la furia de la naturaleza por aquí hizo de las suyas. Pero bueno, eso sería más adelante.
La subida la iniciamos desde Cónchar por un carril hormigonado que nos lleva hacia la Junta de los Barrancos, a unos 755 m.a.; en donde el camino de la derecha continúa hacia arriba y tan duro como el que llevábamos a nuestras espaldas; el de la izquierda, que se suaviza un poco, ya se nos convierte en tierra para el alivio de los pasos. Pasando a continuación por La Casería, el Viso de las A. y la “Llaná” como le dicen por estas tierras. Para al poco, sobre la cota máxima de la ruta, unos 840 m.a., disfrutar de unas hermosas vistas, en forma de extenso y verde Valle.
Carril carretero que seguimos al poco, tras abandonar la pequeña senda que traíamos y sobre el que desemboca, girando a nuestra derecha, con unas hermosas vistas del Embalse de Béznar como punto de referencia, y las del propio Restábal en la posición siempre de espera al visitante. Para "caracolear", zigzagueando por el mismo, hasta el mismísimo cauce del río Dúrcal antes de entrar en Restábal, pasada la junta de los ríos.
Cruzamos el puente, haciéndolo por la carretera de acceso al mismo y unos cientos de metros carretera arriba, nos acercamos hasta Melegís (535 m.a.), para hacer una breve parada en el Restaurante Los Naranjos y aclararnos la garganta. Disfrutando antes de las hermosas vistas que hay justo enfrente.
Pueblo este de Melegís que junto con el de Restábal y Saleres forman, desde 1972, el municipio de El Valle.
Atravesamos Melegís, pasando junto a su Iglesia de San Juan Evangelista y el centenario olmo que hay a su entrada, y ya es todo, aún encarrilados, campo abierto hacia los naranjales que nos salen al encuentro. Castillo de Murchas incluido a lo lejos y que nos sirve de referencia para auparnos, hacia el carril que parte justo detrás del mismo. Evitando caminar junto a la primera acequia con la que nos topamos y camino seguro de rutas anteriores. Primeros signos evidentes de los desperfectos de las fuertes riadas comentadas al principio y que hacen que tengamos que bajar al cauce del Dúrcal más adelante; atravesándolo por unos rústicos troncos de madera que han habilitado como puente. Olvidándonos de hacerlo por el sendero que antes nos llevaba hacia la Acequia de los Arcos, salvando antes unos trancos sobre la roca, caminando junto a la acequia. Elementos que, al tenerlos justo enfrente, ahora empezamos a comprender lo de la fuerza del agua cuando la naturaleza se desata y dispara. Margen éste del río que ha sido literalmente barrido por las aguas. Así que continuando por la derecha del mismo (nuestra izquierda según el sentido ascendente de la marcha) curso arriba del Dúrcal que nos encaminamos asombrados con los enormes destrozos que vamos dejando atrás y causados: tapones de todo tipo con el arrastre de los árboles arrancados de cuajo, cañaverales destruidos, incluidos los últimos pasos horadados sobre ellos que había y por los que pasamos en años anteriores. Pasos que, como referencia, hacen que por aquí y ahora no tengamos que cruzar el río en ninguna ocasión más (antes había que hacerlo por los tres puentes de madera y ahora inexistentes). Pero eso sí con la dificultad añadida de salvar todo tipo de obstáculos con los que nos vamos tropezando, y nunca mejor dicho. Principalmente árboles caídos, cortando el paso por los distintos tramos del antiguo sendero, enormes rocas, raices al descubierto, montones y montones de cañas, restos hasta de contenedores, etc.,etc.
Dificultad, y continuada, hasta que no comenzamos a ascender por el sendero que, zigzagueante, nos deja sobre las primeras y pequeñas “paratas” de labor en las proximidades de Cónchar. Localidad que ya vemos de frente y en la posición de espera. Bar de Rosa que, como de costumbre, nos encontramos en la posición de “on” y con los brazos abiertos, para ese remojón y su compaña.
Como siempre dejo algunas instantáneas como recuerdo y recuento de los pasos. Hoy un poco desencantados, sobre todo por la pérdida de ciertos tramos de la ruta, en donde aquellos márgenes del río Dúrcal lo hacían tan especial; zona de los cañaverales, por ejemplo, que eran un atractivo más para la aventura. Esperemos que los organismos competentes puedan limpiar el cauce y recuperar de nuevo el sendero.
Pero han pasado ya casi cinco meses y nos tememos que esto vaya para largo; que río abajo, ya se sabe... que lo más importante, es el agua ! Y así debemos de entenderlo.

Datos de interés:
-Lugares para visitar en Cónchar: Iglesia de San Pedro, Atalaya árabe y Acueducto, Acequia de los Arcos, Cascada del Arroyo Alcázar, Huellas del Carro de Santiago.
-Fiesta popular: Su conocida, y sobrada en fama, la que está tomando desde hace unos años su fiesta del Mosto que se viene celebrando, primeramente el 1 de enero y últimamente el 6 de enero. Y como dice este chascarrillo…" Del monte el tomillo, y de Cónchar el mostillo."
¡ Por algo será!
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Datos básicos del recorrido:
- Acceso: Desde Granada con dirección Motril, por la A-44 y salida 153, hasta Cónchar (30 km. aprox.) en vehículo. Regreso: viceversa
- Itinerario: Cónchar, Restábal, Melegís, Cónchar.
- Trayecto: circular
- Distancia recorrida: 15 km.aprox.
- Máximo desnivel alcanzado: unos 300 m. aprox.
- Duración: 4 h. 1/2 (incluidos descansos)
- Dificultad: baja
- Número de participantes: 10
- Agua: en los 3 pueblos por donde pasamos.

10 febrero 2008

SUBIDA A LA TIÑOSA, TECHO DE CÓRDOBA

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Cumbre de la Tiñosa que conquistamos, con bandera andaluza y vértice geodésico incluidos para más señas de identidad.
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...cómo no, la cumbre de la Tiñosa (1.570 m.a.) y techo de la provincia de Córdoba!
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Y aquí, al fondo, como premio...
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Roca pura como piso y salto que de vez en cuando había que salvar con pierna tras pierna
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Y toda esta crestería que nos saludaba...
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Aquí, con este cielo y montañas que nos rodeaban como horizonte ( firma del avión incluida)
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Y nuevo encuadre de la misma y tan naturalmente !
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Con alguna parada que otra para el recuerdo y el descanso
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Y la sorpresa a la que me refería... nuestra querida Sierra Nevada de frente y en la posición de espera de esa nieve que urge tanto...
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Cueva del Morrión que visitaríamos a la vuelta, con este contraluz tan interesante y vistas en detalle. Superficie que, según parece, es utilizada principalmente como refugio para el ganado
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Con una parada que otra para admirar de las anteriores y las que nos quedaban por delante; con sorpresa allá arriba sobre una agradecida plataforma. Aquí, bajo la cima del Pico El Morrión que se encuentra a nuestra izquierda y de lo más cortante
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Ahora por este tramo un poco dificultoso dado el piso liso y limpio sobre la roca y su fuerte inclinación; a la que incluso, de vez en cuando, debíamos de "agarrarnos" a lo que se pueda...
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Pero a nosotros todavía nos quedaba sudar el gota a gota... allá arriba ya tenemos El Morrión, con su cueva en el centro y al que nos dirigimos, para rebasarlo por esta cara que vemos
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Vistas como éstas y que iban en aumento. Pantano de Iznájar como ejemplo, allá al fondo y Cortijo Alto en el centro de la foto
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Y si mirábamos hacia abajo... allí veíamos el camino recorrido desde el Collado
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Con el cielo azul, y sol como sello, por encima sólo de nuestras cabezas...
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Y todo a través de un terrerno rocoso compuesto principalmente de roca caliza, con sus "erosiones" características para mayor dificultad de los pasos
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Pero bueno, paso tras paso y en firme, hincando bastones y pecho que subimos hacia la Tiñosa, que ya teníamos a la vista desde el Collado del Puerto Mahina, a la que accederemos dándole un pequeño rodeo al pico Morrión, al que ascendemos uno detrás del otro.
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Collado sobre el Puerto de Mahina, en el que hacemos una pequeña parada para ese tentempié que te levanta y con vistas hacia lo que nos esperaba y de camino por el centro de la fotografía...
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Ya sería todo de lo más cuesta arriba, naturaleza incluida y véase la muestra. Aunque se notaba y bastante, lamentablemente, la falta de agua
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Y que tras refrescarnos, al poco, en esta fuente...
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Y junto a las que pasamos, piedra sobre piedra...
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Ruinas del Cortijo de Cañatienda como vemos con fantásticas vistas hacia el Pico El Morrión, tan natural como altivo, cueva incluida en su centro
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Por este sendero que primeramente baja para cruzar el Arroyo de Cañatienda y acto seguido las ruinas del cortijo del mismo nombre, ya encarrilados hacia arriba...
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Y terminando la pista, aunque nosotros le dimos un pequeño recorte a la misma, por una sendero que trocha bastante a la derecha, nos encontramos con este otro cortijo, el Cortijo Alto de Torres convertido en explotación ganadera, con la mirada al frente del Collado y Puerto de Mahina al que nos dirigimos, amén del Pico de El Morrión como esperándonos...
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Para al poco pasar junto al Cortijo de los Petronilos, convertido en casa rural como se informa en el cartel próximo al camino
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Carril terrizo que se encuentra en muy buen estado por cierto y por el que vamos dejando atrás algunos almendros en flor y cantidad de olivos, fruto de esta tierra, tan vecina como hermana
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Por esta pista que iniciamos y que arranca justo a la derecha de la señal de fin del pueblo; pasando al poco junto a este cortijo y enorme encina como referencia
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Blanca pedanía del mismo y que "tomamos" literalmente nada más poner los pies sobre esta tierra
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Las Lagunillas (anejo de Priego de Córdoba) y comienzo de la ruta que nos ocupa


SUBIDA A LA TIÑOSA (TECHO DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA)

Nuevamente nos acercamos hasta la vecina y hermana provincia de Córdoba. Hoy para tocar el techo que la distingue y representa, La Tiñosa; que con sus 1.570 m.a. aguarda al visitante o senderista allá altiva, pero sin arrogancia. Pico de la Tiñosa que se encuentra enclavado en la Sierra Horconera, dentro del Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Comarca esta de la Subbética cordobesa considera, por su enclave estratégico, como zona natural de paso entre Andalucía Oriental y Occidental.
Para ello nos desplazamos en autocar desde Granada, tomando la Carretera de Córdoba, N-432 hacia delante, para desviarnos por la A-340 y A-339 hacia Alamedilla, en donde se encuentra la Villa romana del Ruedo, para acto seguido atravesar Priego de Córdoba, quedándonos para nuestra memoria con algunos de los bellos rincones que nos salen a nuestro paso motorizado; finalizando en Las Lagunillas, anejo de este último municipio, y en donde comenzamos la ruta.
Desde Las Lagunillas, a 820 m.a., aldea en donde prevalece el blanco sobre el cielo, el azul sobre el verde y la montaña, en la vertiente sur de la Tiñosa, que está asentada sobre un pequeño altiplano, y tras comenzar la marcha de Este a Oeste, caminando por la carretera asfaltada que atraviesa esta pedanía, justo antes de la señal que marca el fin de la misma, tomamos a la derecha una pista o carril terrizo, en buenas condiciones por cierto. Pista que atraviesa primeramente una serie de construcciones salteadas, para al poco entrar de lleno a campo abierto y tropezarnos con varios cortijos. Sirva como ejemplo, y bien puesto, el Cortijo los Petronilos (en muy buenas condiciones por cierto y al que han habilitado como casa rural, según se informa en el letrero junto al camino). Para llegar al rato junto a otra nueva cortijada convertida en explotación ganadera. Se trata del Cortijo Alto de Torres, a unos 1.000 m.a., y en donde el carril termina, con la compañía anterior, que dejamos atrás, de los números uno de esta tierra, los olivos, que habrán visto pasar por aquí a miles y miles de caminantes, traducidos en millones de visualizaciones y emociones distintas tras sus pasos.
Desde aquí, desde Cortijo Alto, la panorámica ya nos muestra su mejor regalo al completo y que veníamos vislumbrando como paisaje desencadenante anteriormente: a la izquierda Sierra Alhucema con su afilada cresta; a la derecha El Morrión con su cueva incluida, antecima de La Tiñosa; y en el centro, apreciándose claramente, el Puerto de Mahina, unión de ambas sierras.
Continuamos con el sentido de la marcha, tomando el sendero que sale a su izquierda, tropezándonos con algunos enormes ejemplares de encinas, quejigos y algunos olivos, para descender de inmediato y cruzar el Arroyo de Cañatienda (que baja del Puerto de Mahina y que se encuentra casi siempre seco), pasando al poco junto a las ruinas del cortijo del mismo nombre (1.050 m.a.), dejando atrás y a continuación una fuente de agua, para dirigirnos hacia el collado que tenemos de frente y que nos eleva hacia el Puerto de Mahina (1.200 m.a.).
Al llegar aquí, algunos miembros del grupo deciden quedarse para esperarnos hasta el regreso de hacer la cumbre tras la subida que nos espera, unos 370 m. más de arriba, para refrescarnos la memoria y aclararnos la vista
Desde el puerto, en donde hacemos una breve parada para reponer fuerzas, tomándonos ese tentempié que te levanta, respirar de estas tierras y sierras, comenzamos la ascensión de lo puede considerarse el tramo más fatigoso de la ruta, que con el sube que te suda, desde la cabeza a los pies, ascendemos por la imponente pendiente con la que nos topamos a la derecha según el sentido de la marcha que hemos traído; plantándonos en el primer vasar o balcón natural que nos espera, ascendiendo para ello antes a través de un pequeño canuto o canal rodeado de calizas, con abundante piedra suelta y matorral, como el cojín de monja y el espino.
Subida que te alza sobre la piedra, con espectaculares vistas de la crestería del Pico Bermejo y sus preguntas, dejando a nuestra izquierda, al poco, El Morrión (1.495 m.a.), con su elevada cueva como desvío de la vista y extra para la piernas y que visitaríamos a la vuelta quedándonos para el recuerdo con su aspecto un tanto misterioso. Aunque y como observamos es utilizada, según parece, como refugio para el ganado.
Pico del Morrión que tras dejarlo atrás y rebasarlo, pasando un poco de dificultad mientras tanto, dada la fuerte inclinación del terreno y superficie lisa de la roca, ya nos deja sobre otras nuevas e interesantes vistas, Sierra Nevada incluida en el horizonte, sobre una ancha plataforma. Para al poco y al completo, como estirándose, la cima que nos espera, la de La Tiñosa; a la que nos dirigimos con unos pasos más llevaderos, ya que el sendero se suaviza bastante. Vértice geodésico y bandera andaluza que ya tenemos al alcance de la mano y de la instantánea más abierta! Vistas que te enseñan la pequeñez del hombre ante la Tierra y tierra que nos rodea. Y como muestra al Norte, la depresión del Valle del Guadalquivir; al Este, nuestra querida e inconfundible Sierra Nevada; Sierras de la Almijara, Tejeda, Sierra Chimenea (El Torcal) y Sierra de las Nieves al Sur; y al Oeste, la prolongación de la Sierra Horconera, Sierra de Rute, y más a lo lejos la crestería del Pinar, perteneciente a la Sierra de Grazalema.
Como siempre dejo algunas instantáneas del evento, como recuerdo y recuento de los pasos y momentos vividos. Hoy servidos, como de costumbre, marchando en grupo y numeroso. Club de Senderismo El Bastón, para ser más exactos; en donde la amistad es un elemento añadido más de estos pasos que voluntariamente damos, mientras nos acercamos a tantos lugares. Lugares, que al final se convierten como en propios; y que domingo sí, tras domingo no, o cuando toca, hacen que un grupo de senderismo, se convierta casi como de tu familia. Gracias a todos pues, y hasta la próxima!
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- Acceso: Carretera Granada-Córdoba (N-432), A-340 y A-339, Alamedilla, Priego de Córdoba, A-333. Y, a 13 km. de Priego, nuestro destino final en autocar, Las Lagunillas.
- Itinerario: Las Lagunillas (anejo de Priego de Córdoba), Cortijo Los Petronilos, Cortijo Alto de Torres, cortijo en ruinas de Cañatienda, Puerto de Mahina, El Morrión, La Tiñosa.
- Trayecto: lineal de ida y vuelta.
- Distancia del recorrido: unos 13 km. aprox.
- Participantes: Club de Senderismo El Bastón
- Dificultad: Media
- Duración: 5 1/2 h. con descansos incluidos.
- Máximo desnivel alcanzado en la ruta: 750 m.
- Agua: se recomienda llevar.