20 enero 2008

CIRCULAR POR EL EMBALSE DE BÉZNAR

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Embalse de Béznar, que se debate entre el agua y la vida

Valle de Lecrín del que por ésta nos despedimos hasta la próxima (a la espera de que sea muy pronto), y del que nos hemos traído este recuerdo tan redondo; casi casi con la Luna llena en la mochila!

Cabecera del mismo y llenado que te arrima! Y ya tenemos a Restábal esperándonos con la mirada! Sólo era cuestión de seguir el curso del río arriba, hasta el puente que nos salva.

Embalse del que nos despedimos hasta la próxima! Al fondo, la Sierra de Lújar y aeromotores que no paran de girar aprovechando los vientos y corrientes de aire que por aquí pasan...
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Después de ese alto en el camino, pues una última aupada! Y para no perder el norte naranja... más de sus frutos, para la vista encendidos !!!
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Por todo esto y por todo lo que nos llevábamos, paisaje y sosiego en mano!
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Pero que encantados, vamos!
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Aguas del embalse que ya se reflejaban, incluso en nuestros pasos
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Aquí, junto al monumento en honor a los "trabuqueros"; fiestas que por aquí se celebran, disfrazados de los mismos, a tiro limpio y no hace nada.
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Pueblo de Béznar que ya tenemos de frente y como medicina para la espalda
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Vuelta al ruedo que vamos dando. Ahora vemos a Pinos del Valle como casi de vuelta y media. Sí, es que los pasos ya pesaban!
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Color que afloraba por sus calles, entre sus blancas casas, tan funcionales y modernas
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Aquí, vistas de Los Peloteos, al que nos dirigimos. Núcleo urbano, moderno y funcional, casi todo cuesta abajo o cuesta arriba según se mira, y que construyeron aquí como pago a sus propietarios del antiguo anejo de Béznar que quedó, más abajo, inundado por las aguas.
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Aguas que circundábamos hoy por estas tierras tan cercanas!
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Presa de Béznar que ya alcanzamos con la vista y las pisadas... Y mejor no mirar hacia abajo para los del vértigo y censados!
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Sobre tierra y casi agua...!
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Reguero que vamos dejando de ellos tras nuestras huellas... a consecuencia la madurez y/o del viento
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...mientras observamos cómo los frutos de esta tierra conviven al alimón: aceitunas, naranjas y limones.
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...no sin antes atravesar otro tanto más de naranjales, por entre este grandioso Valle...
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Y que siguiéndolo nos conduce hasta ella...
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.. y respirar profundo.
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Camino empedrado que deberemos de tomar en Pinos del Valle para bajar hasta la Presa de Béznar, después de callejear un poco...
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Cristo del Zapato del que nos despedimos hasta la próxima vista y con la mirada puesta en el azul y blanco sobre el naranja
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Lavaderos públicos sobre los que hacemos este alto en el camino para echar unas palabras y como de regreso al pasado.
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Pinos del Valle, que ya vemos allá abajo y hacia el que nos dirigimos después de saborear y respirar de todo este paisaje que nos rodea...
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Almendros, que un 20 de enero, por aquí, ya estában despegando con su blanco... Y de la temperatura... ni digamos: unos 25,2º. Vamos, que no se la saltaba ni un bombero !
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... y arriba, a nuestra derecha, la Ermita del Cristo del Zapato, sobre el Cerro de Chinchirilla. Saludo en manos de un ciclista que se había subido al tejado de la misma y que al parecer nos saludaba o nos hacía señas por si hubísemos visto su bicicleta, cuesta abajo, rodando. Toda una proeza desde que en 1953 Edmund Hillary subiera por primera vez a la cima del Everest y que ha fallecido recientemente . Q.e.p.d. este pedazo de monstruo y buen hombre, que empezó como apicultor y terminó como Sir e idem. de la montaña. ¡ Así se hace !
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Y de repente, como saliendo de la tierra, la Iglesia de Pinos del Valle...
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Cerro del Caballo incluido como decía antes y aproximado...
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Pausa alguna e incluida en la ruta que debemos de hacer de vez en cuando para respirar fuerte de todos sus encantos. Aquí, ya, con las primeras vistas del embalse de Béznar, bajo la cola sur de Sierra Nevada
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Cuesta del Calvario que asciende y asciende desde Restábal, ganando altura irremediablemente.
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Con vistas tan sabrosas y despejadas como esta de Melegís, que junto con la de Saleres y la anterior de Restábal, forman el, municipio de El Valle. Al fondo disfrutamos de una estupenda estampa de la vertiente Sur de Sierra Nevada, Cerro del Caballo al frente.
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Y aquí, junto al puente a la entrada del pueblo, que dejamos el vehículo aparacado para tenerlo más cercano a la vuelta del camino.
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Pueblo de Restábal que ya tenemos de frente y con la mente más clara.
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Salimos de Granada, bajo una mañana limpia y azul, con la mirada puesta en esta selección de aerostáticos, que celebraban el VIII Festival de Aerostación y que surcaban como a cámara lenta por encima de nuestras cabezas sobre la Circunvalación, pero con la mente puesta en Restábal. En el Valle de Lecrín, naturalmente.


CIRCULAR POR EL EMBALSE DE BÉZNAR

Puntuales a nuestra cita anual con este hermoso Valle de la Alegría, Valle de Lecrín para los libros de geografía, hoy decidimos darle un rodeo al embalse de Béznar, dirigiéndonos para ello a la bonita localidad de Restábal en vehículo desde Granada, a unos 35 Km.de distancia de ésta.
Una vez allí, dejamos estacionado el coche pasado el puente que existe a la entrada del pueblo para tomarlo a la vuelta tan cercano y a gusto de los pies más cansados.
Localidad esta de Restábal que pertenece al municipio de El Valle, junto con Melegís y Saleres, y que está asentada al pie del Cerro de los Canjorros, junto a la confluencia de los ríos Saleres y Dúrcal. Tranquilidad que reinaba hoy domingo a estas horas de la mañana por aquí abajo, como bendición y regalo, y sólo rota por la suave música del río que bajo nuestros pies bajaba tan blanco como sano.
Desde aquí, subimos por sus empinadas callejuelas, pasando sus lavaderos, para tomar al final y metiendo la primera, la empinada Cuesta del Calvario, que por cierto anda en la actualidad en obras. Y sube que te suda, tras pasarlas, pista hormigonada arriba, vamos saboreando de unas estupendas vistas a nuestras espaldas e izquierda más próxima de la vertiente sur de Sierra Nevada, Cerro del Caballo incluido con su vestimenta más natural y contraste cercano y puro, de nieve contra cielo. Así como de las primeras del embalse de Béznar y que nos invitan a tirar de instantánea mientras nos refrescamos la mirada.
Cuesta que al final nos deja en una bifurcación de caminos, para tomar el de la izquierda que pronto pasa, ya por pista de tierra y llana, junto a las instalaciones del camping y máximo desnivel de la ruta. Como referencia de la continuidad de nuestros pasos, después de aquí, a la izquierda dejamos atrás unas canteras, al parecer de mármol, y a la derecha tenemos, allá en lo alto, la blanca ermita del Cristo del Zapato, sobre el Cerro de Chinchirilla. Iglesia además de Pinos del Valle que ya vemos como saliendo de la tierra. Aquí sobre esta comarca, rodeados de almendros, que ya empiezan a reventar de pétalos, de olivos centenarios y gigantescos que dejan crecerlos para proteger a sus naranjos que priman y siembran junto a ellos en pequeños bancales con sus suelos, algunos, tan lisos como limpios.
Así que, bajando al final justo y junto a sus lavaderos públicos, que nos han dicho que los van a reformar y adecentar muy pronto, nos dirigimos hacia su Iglesia, Ermita de San Sebastián del Siglo XIX, para pasar junto a su puerta de entrada y pilar contiguo, girando a la derecha con dirección ya a la Presa de Béznar.
Camino éste último que está empedrado, al parecer de no hace mucho, y que desciende entre hermosos bancales de naranjos, atravesados por una red de numerosas y delgadas acequias que regalan agua por donde pasan.
Hermosa localidad de Pinos del Valle, que fue antigua y verde puerta verde hacia la azul costa granadina, pasando por esta tierra el Camino Real de Granada a Motril.
En un abrir y cerrar de ojos, disfrutando de este maravilloso entorno, nos encontramos sobre la Presa de Béznar.
Situada sobre el río Ízbor (afluente principal del Guadalfeo) fue construida para abastecer los principales productos subtropicales de la zona de Motril-Salobreña, para abastecer a las poblaciones de la Costa del Sol granadina, prevenir posibles inundaciones y garantizar los caudales a la concesión de la Central Hidroeléctrica de Ízbor. Las obras de la presa se contrataron a finales de 1977 y los principales trabajos de cimentación terminaron en diciembre de 1986. Tratándose de una bóveda gruesa de doble curvatura, con 110 metros de alzado sobre el cauce del río.
Atravesamos la Presa y nos dirigimos a un núcleo de casas; eso sí pisando un poco de inevitable carretera asfaltada. Núcleo que no es otro que el llamado Los Peloteos y que nació como pago, por la construcción de la Presa, de un anejo de casas que había junto a la misma, y que al invadirlo lo dieron en prenda a sus propietarios. Ermita que, hoy y allí, aún queda como recuerdo, junto a una zona de barbacoas, como señal y muestra de la necesidad del agua y los efectos colaterales que conlleva.
Pasamos Los Peloteos y nos dirigimos hacia Béznar, por este último tramo de carretera de la ruta, en donde hacemos una breve parada en una pequeña plaza, a la izquierda de la misma y que atraviesa todo el pueblo, con estupendas vistas hacia el margen opuesto del embalse; en donde existe un monumento en honor a los "trabuqueros". Representación que organizan sus habitantes en su nombre en unas fiestas que no hace mucho que celebraron, disparo en mano y sin herir a nadie.
Pueblo de Béznar que fue pionero en el cultivo de los cítricos, jugando un papel fundamental en el levantamiento morisco del Siglo XVI, por cuya época levantaba su magnífica iglesia de estilo mudéjar, hoy por hoy una de las más antiguas de la comarca. Constituyendo su pantano y su magnífica vega dos de sus pilares más importantes. Pueblo de los más sureños del Valle de Lecrín y el menos elevado del que nos despedimos tomando la callejuela que baja junto a las escuelas para seguir rodeando el embalse, con todos sus altibajos correspondientes.
Embalse de Béznar, además, que se completa con el aprovechamiento del de Rules, un poco más abajo sobre el Guadalfeo, y que circundamos, paso a paso, con un cruce por el mismísimo cauce del río y rambla que ahora tenemos que atravesar y con la que nos topamos, con signos evidentes del destrozo que por aquí causaron también las últimas lluvias del mes de septiembre del pasado año (por lo que nos deberemos de fijar en el sendero que hay justo enfrente para retomarlo en una aupada). Pasos que seguimos, con un alto en el camino posterior para el avituallamiento y sosiego, entre más limoneros y naranjos, hasta toparnos con los Baños de Melegís, como punto de referencia, antes de bajar a su cota cero junto al río que la llena, para terminar de nuevo en Restábal, bajo el puente que nos salva. Allí junto al coche que nos espera.
Como de costumbre dejo aquí algunas instantáneas, como mejor recuento de los pasos y recuerdo de que lo vivido siempre será mejor que lo que se cuenta. ¡ Y por eso, vamos y volvemos !

- Accesos: Desde Granada con dirección Motril, por la A-44 y salida El Valle, hasta Restábal (35 km. aprox.) en vehículo.
- Itinerario: Restábal, Cuesta del Calvario, Camping, Lavaderos públicos de Pinos del Valle, Pinos del Valle, Presa de Béznar, Los Peloteos, Béznar, Restábal.
- Trayecto: circular
- Distancia recorrida: unos 20 km.aprox.
- Participantes: 4
- Dificultad: Baja
- Máximo desnivel de la ruta: 290 m.
- Duración: 7 h. (incluidos descansos y parada para el avituallamiento)
- Agua: en los 3 pueblos visitados.

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