Domingo, día 22-junio-2008:
Y ya, al final de la pista y tras una última aupada, llegamos a la Cuesta del Cemento que nos baja hasta el lugar en donde habíamos dejado el vehículo aparcado, en la Dehesa del Rincón, con esta vista última del Embalse de la Bolera como despedida de la ruta. Y, desde más abajo ya, con la opción citada de los coches, por el conocido camino carretero hasta el Jardín Botánico del Hornico, punto inicial de la ruta
Y a partir de aquí, es aconsejable no dejar de ver el cauce, caminando incluso si queremos por las veredas que bajan paralelas a la pista, observando esos hermosos rincones y propicios para las digitales, el recuerdo y el cuerpoCon saltos de agua tan hermosos como éste de la Cascada del Dique que hacen las delicias del viajero y visitanteArroyo de Guazalamanco que deberemos de cruzar en un total de 3 ocasiones una vez que hemos bajado desde la cascada para aproximarnos a su cauceCascada en la que nos encontramos, en su lateral izquierdo, según la miramos de frente, estos magníficos ejemplares de la Violeta de Cazorla ( Viola cazorlensis ), endemismo, especie protegida y símbolo de este Parque Natural; el mayor espacio protegido de toda España
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RUTA-1: CERRADA DEL GUADALENTÍN
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Junta de los ríos , Guadalentín con el Gualay (río de Dios de los árabes), en la Cerrada de la Canaliega, que ya tenemos aquí, y que algunos aprovecharon para darse un chapuzón de los más refrescante
Pero que hoy nos invitaba a una de las "nuestras", guerra sobre el agua; sobre este paisaje de paz y armonía. Aquí, la mayoría de las féminas bastoneras defendiéndose de un atrevido guerrero. ¡ Ay Jose María la que te dieron de agua! ¿Para qué se te ocurriría meterte tú solo con todas ellas ?
Inicio de la Ruta de la Cerrada del Guadalentín, junto a la Casa Forestal del Molinillo. Al fondo vemos el panel informativo de la misma y hacia el que nos dirigimos depués de aparcar los vehículos y ajustarnos la mochila
SIERRA DEL POZO (P.N. DE LAS SIERRAS DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS)
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Ruta-1.- Sábado, día 21 de junio de 2008:
RUTA DEL VADO DE LAS CARRETAS - CERRADA DE LA CANALIEGA (CERRADA DEL GUADALENTÍN) – SIERRA DEL POZO
Salimos desde el Camping La Bolera, tomando la carretera que nos trajo desde Pozo Alcón, ahora con sentido hacia el embalse, girando a la izquierda en el primer desvío con el que nos topamos, situado a poco distancia del mismo, circulando por la pista de tierra unos 7 km., y que se encuentra en buen estado por cierto, salvando algunos tramos de incómodos baches durante el recorrido, porque hay que advertirlo. Llegando al final de dicho camino carretero a la Casa Forestal del Molinillo, punto en donde se encuentra el cartel informativo de dicho sendero, aparcando el vehículo en sus proximidades.
A 200 m. de la citada señal de inicio de la ruta, encontramos el primer desvío, que tomaremos a la derecha, para caminar por la falda rocosa de la cola del embalse de la Bolera, que observamos allá abajo a nuestra derecha. A poco menos de 1 km. nos encontramos con el primer paraje singular y pintoresco del recorrido: la Cerrada de la Herradura, atravesando el cañón por un estrecho puente, desde el que podemos, ver a un lado y otro del mismo, las cristalinas aguas del río Guadalentín, aporte principal de dicho embalse, e incluso si pasamos despacio podemos observar las truchas que por allí abundan como peces por su casa.
Una vez pasado el poste del tercer kilómetro, andamos unos 200 m. para desviarnos hacia el Cortijo de los Tontos, sirviéndonos unas grandes encinas y las ruinas de un antiguo caserío como referencia más concreta de este paisaje tan natural que atravesamos, principalmente poblado de bosque autóctono mediterráneo.
Pasado dicho cortijo llegamos a los filos del tajo que hay sobre el Barranco del Guadalentín, en donde nos encontraremos con un magnífico mirador natural con amplias vistas sobre el río, al Barranco de la Yedra y Arroyo Frío y al que nos acercamos para saborear de las mismas y tan estupendas; volviendo al camino de los pasos y continuando con el ascenso de la caminata
A unos 2,5 km. desde este último lugar de referencia nos encontramos con un interesante mirador a la izquierda del camino. Se trata del Puntal de Ana María, que destaca sobre el paisaje y junto al que nos encontraremos unas ruinas antes de auparnos y asomarnos al mismo, mientras vemos que el recorrido ya empieza a llanear un poco nivelando pues el esfuerzo y ahorrando energías que el calor ya iba apretando de lo lindo.
A partir de aquí, el camino desciende, siguiendo la pista forestal hasta el Km. 9,2, donde tropezamos con el cauce del río Guadalentín, en el llamado Vado de las Carretas; paraje en donde se libraron antiguas y sonadas batallas entre moros y cristianos y ahora de lo más tranquilo y placentero; en donde nosotros hacemos hoy ese alto en el camino para el descanso del personal y regocijo de la mente; aprovechando para darnos unos salpicones y remojones que nos saben a gloria fresca. Si es que la tropa ya iba más que caliente…
Aquí, punto por cierto en donde haríamos el descanso para el merecido avituallamiento, unos deciden quedarse disfrutando de este encantador paraje con abundante matorral de ribera, una gran roca a continuación de los dos hitos señalizadores del sendero, un espacioso prado y unos altos álamos solitarios como referencia, mientras que el resto proseguimos con la ruta marcada y programada, iniciando el descenso del Guadalentín (que nace al pié de las Sierras de las Empanadas y La Cabrilla). En principio caminando por su orilla izquierda, cruzándolo a unos 300 m. más o menos.
Justo al atravesarlo, encontramos un pequeño senderillo, antiguo recorrido de pescadores, con abundante vegetación de ribera, llegando a ser espesa e incluso casi virgen a veces, por lo que habrá que estar atentos para no arañarnos.
Camino que trascurre por el cañón, a veces pegados a su paredes, cruzando el río hasta un total de siete ocasiones. "Mojándonos” todos, sino a la entrada, a la salida, fijo; para llegar al final hasta la Cerrada de la Canaliega, en la confluencia del Arroyo Gualay ( el río de Dios de los árabes) y fin de la ruta programada. En donde, los más atrevidos, se dieron su chapuzón en las frías y cristalinas aguas, aprovechando aquí una de las mayores pozas de agua con las que nos encontramos durante todo el recorrido.
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- Tipo de recorrido: lineal
- Desnivel de la ruta: 250 m.
- Dificultad: Baja hasta llegar al Vado de las Carretas (Km. 9,2)- Media-alta: en el tramo final de la ruta en condiciones normales.
- Agua: Río Guadalentín y Arroyo Gualay
- Participantes: Club de Senderismo El Bastón
RUTA DEL ARROYO GUAZALAMANCO POR LOS PRADOS DE ARRENDONDO ( HORNICO - GUAZALAMANCO) – SIERRA DEL POZO
Esta ruta nos permitirá, en una mañana o tarde, visitar dos de los barrancos más bellos de este entorno, el de la Sabina y el Guazalamanco.
Para ello salimos de nuevo desde el Camping de la Bolera, tomando el carril carretero de nuestra primera ruta, tras el desvío próximo y primero a la izquierda, para dirigirnos hacia el Jardín Botánico o Aula de la Naturaleza del Hornico, en el Barranco del Vidrio, otro punto de interés de esta ruta, aunque poco recorreremos de él en el trazado que nos ocupa. Trazado del que podemos ahorrarnos unos buenos pasos (por el camino carretero que tomamos al principio) utilizando varios vehículos; dejando uno de ellos en la entrada del Arroyo Guazalamanco ( a 4,1 Km. del Jardín Botánico) y regresar con otro hasta el inicio de la ruta en el Hornico, con la idea de que una vez que conectásemos con este punto, regresar con los conductores y éstos volver y recoger al resto del personal. Ahorrándonos así una hora de polvoriento y caluroso camino.
Así pues que, iniciando la ruta en el punto indicado del Aula de Naturaleza del Hornico, junto al cartel informativo de la misma y que está un poco antes de llegar al Albergue, parte el sendero que nos llevará y hacia arriba de inmediato. Camino que fue antigua senda de caballería y que asciende ladera arriba nada más poner los pies sobre la tierra fina.
Un hito de madera con banda y pintura roja nos indica el Km.0. Señales que nos acompañarán durante todo el recorrido, indicándonos la dirección en los principales desvíos y la distancia que llevamos recorrida; flechas y pintadas en rojo sobre el camino de los pasos incluidas.
A 950 m. desde el comienzo de la ruta, una vez que hayamos superado una loma, cruzamos el Puente de la Sabina, ya en el Barranco del mismo nombre, debiendo de girar a la izquierda y seguir por una pista forestal, para tomar de nuevo la senda a la derecha de la pista, a 50 m. de la baliza que indica el Km. 2 de la ruta.
A partir de este punto nos esperan unos 2,3 km. de duro ascenso, en el que debemos superar unos 250 m. de desnivel; tramo, por tanto, más duro del recorrido, hasta llegar al Collado de Los Helechos. En este punto y cruce de caminos, se nos plantean 3 alternativas: el de la izquierda y que desciende, lo descartaremos; el del centro y que seguiremos de frente es el que deberemos de tomar; y si queremos coger el de la derecha, caminando unos 300 m. más por un ancho camino forestal, podemos asomarnos a un excelente mirador natural con la panorámica por excelencia del Pantano de la Bolera allá a lo lejos y el Picón de Hernández tan cercano, volviendo al punto de partida.
Punto éste, el del Collado de los Helechos, en donde hacemos un alto en el camino para ese tentempié que te levanta; y tras el que, en unos escasos 5 minutos de marcha y en caída más que agradable llegamos a la Casa Forestal de los Prados de Arredondo y que junto al lado del edificio en ruinas nos encontraremos con un cruce de sendas, optando por el de la derecha, para en poco más de medio kilómetro, llegar al Arroyo de Guazalamanco, junto al pie de la Cerrada de las Navas. En este punto, si nos desviamos unos metros siguiendo el cauce hacia arriba, llegaremos a una hermosa cascada; refrescándonos y recreándonos en ella de lo lindo. Avistando aquí mismo un bello ejemplar de la Violeta de Cazorla ( Viola cazorlensis ) endemismo del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas.
Continuamos con la marcha de los pasos siguiendo por la pista forestal que nos encontramos tras cruzar dicho arroyo, y a la altura del Km. 6, la dejamos para tomar a la derecha una pequeña vereda que nos conduce a una senda que baja por la ladera izquierda del barranco, para encontrarnos de nuevo con el arroyo 800 metros más abajo. Debiéndolo cruzar en tres ocasiones más hasta que nos encontramos de nuevo con otra pista forestal debajo justo de la Cascada del Dique. Siendo aconsejable, a partir de aquí, caminar sin dejar de ver y observar el cauce, caminando pues por las veredas que transcurren paralelas a la pista para disfrutar con la vista y resto de los sentidos si queremos, de la cantidad de pequeños saltos de agua y pozas; y que hoy estaban tomadas por las gentes que hasta aquí se habían acercado para disfrutar de sus cristalinas aguas.
Girando a la derecha de la pista, unos 400 m. más abajo, vamos descendiendo a la par del arroyo y , a 1,1 km., nos tropezamos con la carretera, primero de tierra, para bajar a continuación por la Cuesta del Cemento (con el Pantano de la Bolera detrás como referencia), llegamos a la Dehesa del Rincón, punto en donde habíamos dejado el coche que llevaría al grupo de conductores hasta el Hornico; para volver así ellos a continuación con los coches y recoger al resto del componente senderista, ahorrando sudor y pasos más que considerables.
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